Sal y otros aditivos en la mesa

Hay que controlar el consumo de sal en la mes [Foto: diariovasco.com]

Salud

La sal, a la mitad

Los españoles toman de media 9,8 gramos de sal diarios, cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de 5. Los excesos en este aditivo van directamente relacionados con el riesgo de enfermedades cardíacas y cerebrovasculares.

diariovasco.com | 07/03/2014 |

La media de consumo diario de sal en España prácticamente dobla las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Este organismo fija los cinco gramos diarios como lo recomendable en una dieta sana, mientras que en España la media es de 9,8 gramos. Cabe señalar que es muy complicado calcular la sal que tomamos y reducirla, ya que aproximadamente dos tercios de la sal consumida proviene de los alimentos procesados, sobre todo embutidos, panes de molde, quesos y platos preparados.

Dos tercios de la sal proviene de los alimentos procesados, sobre todo embutidos, panes de molde, quesos y platos preparados

Estos datos fueron aportados por Napoleón Pérez Farinós, epidemiólogo de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en su ponencia sobre el exceso de sal y salud de la Jornada “Avances y Controversias en nutrición y salud” organizada por el grupo de investigación UCM-Valornut en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.

Este experto considera que reduciendo entre uno y tres gramos la cantidad diaria de sal, ya se notan los efectos en la hipertensión arterial. Además, cabe recordar que el exceso de sal es sinónimo en la mayoría de los casos de sobrepeso y un mayor riesgo de padecer un cáncer gástrico. El exceso de sal guarda una estrecha relación con el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y cerebrovasculares y de ahí la preocupación por moderar su consumo.

Recomendaciones sobre la sal

El propio profesor Pérez Farinós ofreció algunas recomendaciones para controlar la ingesta de este aditivo. Lo primero, claro está, es cuidar la dieta y, en los casos de los platos cocinados por nosotros mismos, reducir el aporte de sal. Otras medidas a tomar podrían ser comprar en las tiendas de alimentación aquellos platos que ponen bajos en sal o advertir en los restaurantes que preferimos que cocinen nuestros platos con poca sal. Además, es recomendable que la reducción de este aditivo a la hora de cocinar sea poco a poco y no de golpe, para que nuestro paladar se pueda acostumbrar y no notemos los alimentos demasiado sosos.

También es recomendable leer las etiquetas de los productos y, en caso de duda entre varios, elegir aquel que tenga un porcentaje de sodio más bajo. Además, hay que echar un vistazo a los agujeros de los saleros, procurando que sean más finos para que así caiga menos sal.

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