La Navidad entraña ciertas amenazas para aquellas personas con alergias a determinados alimentos. Así lo advierte la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que ha constatado cómo durante estas fechas aumentan los casos de reacciones alérgicas.
En Navidad se acentúan las alergias a alimentos porque es más frecuente comer y cenar fuera de casa
Son varios los factores que explican cómo la Navidad es especialmente aliada de las reacciones alérgicas a alimentos. El primero de ellos es el de la acumulación de citas alrededor de una mesa y fuera del hogar que se dan durante estas fiestas. Siete de cada diez reacciones alérgicas graves ocurren cuando se come fuera de casa y estas fechas de comidas y cenas de empresa son propicias para que alimentos peligrosos para nosotros aparezcan encubiertos en distintas recetas.
Además, hay ciertos alimentos que se relacionan con mayor frecuencia con las reacciones alérgicas, como es el caso de los frutos secos, marisco, pescado o algunas frutas que precisamente son muy comunes en los menús de los últimos y primeros días del año.
Así, es frecuente que en estas fechas haya personas que se den cuenta de que son alérgicas a determinados dulces navideños, como los turrones o el mazapán, que poseen ingredientes encubiertos entre sus componentes. También suele ser común que los más pequeños de la casa prueben por primera vez estos dulces o el marisco, con las posibles reacciones alérgicas que ello supone.
En el caso de los dulces, si quien lo va a tomar es una persona adulta que ya sabe que tiene alergia a algún determinado alimento, es siempre recomendable leer los ingredientes que componen cada una de las recetas para no caer en el error de tomar esa sustancia que nos provocará una reacción alérgica.
Ojo con el alcohol
Hay un factor que también se alía con estas reacciones alérgicas y es, en este caso, para multiplicar sus efectos. Nos referimos al alcohol. Y es que los alergólogos recuerdan que los síntomas de una reacción alérgica aparecen en las dos horas siguientes a la ingestión del alimento y que la gravedad varía en función de la cantidad de alérgeno ingerido, sensibilidad de la persona, y factores externos como el asma, el ejercicio físico o el consumo de analgésicos o alcohol.