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El ajo negro se emplea en numerosas recetas.
¿Para que sirve el ajo negro? descubre sus beneficios y propiedades
La despensa

¿Para que sirve el ajo negro? descubre sus beneficios y propiedades

El proceso de fermentación al que se somete el ajo blanco con agua marina procede del este asiático, multiplica sus propiedades por diez, además de tener un sabor más suave que el tradicional.

Lunes, 23 de septiembre 2019

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Para muchos consumidores, el ajo negro ha alcanzado los títulos de manjar y 'superalimento'. Si bien es cierto que el ajo blanco destaca por su exquisito sabor, su fuerte aroma y sus beneficios para la salud, que llevan al consumidor y al cocinero a usarlo en una gran cantidad de recetas, el ajo negro es una variación de esta especia muy útil y deliciosa. Las diferencias entre el ajo negro y el ajo blanco se identifican ya desde los sentidos. La más notable se observa a simple vista, ya que sus dientes son negros. Al tacto, comprobaremos que el ajo negro tiene una textura más suave que le permite, por ejemplo, ser servido untado sobre una tostada de pan. Y en cuanto al sabor, es mucho más suave que el ajo blanco y tiene algún toque afrutado, con tonos dulces, ácidos y salados. Es un tanto suave, no pastoso, en la boca; con un sabor que recuerda al regaliz o toques balsámicos. Su color negro. Pero negro, negro, sin tonalidades, como si estuviera carbonizado. Y el tacto es blando. Este ajo lo suelen vender en cajitas que contienen dos cabezas enteras.

¿Cómo se hace el ajo negro?

Se trata de una especie de 'fermentación' del ajo blanco, como si sufriera un proceso de envejecimiento. Para ello, se le somete a una temperatura de 60 grados durante aproximadamente un mes. Gracias a esta maduración, se consigue que pierda prácticamente todo su olor, y repita menos que el blanco, evitando la acidez y el ardor de estómago.

El ajo negro es una variación del ajo blanco tradicional, sometido a un proceso de fermentación natural

Por si fuera poco, esa 'fermentación' hace que sus propiedades se multipliquen por 10. El ajo negro tiene una textura gomosa y olor a regaliz, y su sabor es dulce y salado, lo que algunos expertos gastronómicos asocian al conocido como quinto sabor, el umami. Al momento de fermentarse, el ajo se torna de color oscuro, el olor fuerte desaparece y su textura se vuelve más suave.

Propiedades del ajo negro

  • Su poder antioxidante, 10 veces superior al del ajo crudo. Tiene 18 de los 20 aminoácidos y 2.000 veces más poder antioxidante que la vitamina E. Es por lo tanto muy valorado por sus propiedades antioxidantes, mayores que las del ajo tradicional.

  • Tiene un enorme potencial energizante y estimulante, muy recomendable para las personas que practican algún deporte o para quienes atraviesan una temporada de debilidad y bajo estado de ánimo.

  • El ajo negro es perfecto para aumentar nuestras defensas ya que fortalece nuestro sistema inmune y nos previene de múltiples enfermedades. Entre ellas destacan los habituales resfriados, pero también tiene un efecto muy beneficioso en la mejora de la circulación sanguínea, lo que previene de enfermedades cardiovasculares.

  • El ajo negro previene asimismo de males relacionados con nuestro hígado, al protegerlo y prepararlo para no sufrir enfermedades como la diabetes. Esta variedad de ajo es diurética por su alto contenido de potasio, lo que le convierte en una gran ayuda para solucionar diferentes problemas.

  • Otros de los beneficios para la salud del ajo negro son: combate la hipertensión, ayuda a reducir el colesterol, previene dolores de cabeza, tiene propiedades adelgazantes (si se combina con una buena dieta) y es un buen remedio contra los parásitos intestinales.

  • Capacidad de mejorar la cicatrización de las heridas y mantener las neuronas activas.

  • Su alto nivel de colágeno ayuda a fortalecer nuestros huesos y articulaciones, y a mantener nuestra piel en buen estado.

¿De dónde viene el ajo negro?

Este descubrimiento se llevó a cabo en Japón, cuando un científico que intentaba reducir el olor característico del ajo y decidió someterlo a un proceso de fermentación en el que controló la temperatura y la humedad. En ese momento, descubrió que no solo había perdido su aroma distintivo, sino que había cambiado también de color. No tiene aditivos, por raro que parezca. El procedimiento para conseguirlo está basado en la fermentación, de 60 a 90 días a baja temperatura. Se podría definir como ajo envejecido por tratamiento. Hay quien utiliza levaduras para que se produzca la fermentación y quien no.

El ajo negro en la cocina

El ajo negro es como una golosina que se puede tomar perfectamente aplastado y extendido en un pedazo de rebanada de pan. Llama la atención cuando se ve por primera vez y se suele tomar con recelo si no se ha probado con anterioridad. Pero ni tiene el sabor del ajo clásico que conocemos ni repite.

En las artes culinarias, el ajo negro se incluye como ingrediente para numerosas recetas y preparaciones. Su adquisición no es tan sencilla, al tratarse de un producto originario de Asia, que no se encuentra con cierta frecuencia en los supermercados. Por ello, su uso no es muy frecuente, y además resulta más costoso que el ajo blanco tradicional.

Pese a ello, quienes conocen las bondades del ajo negro lo emplean como sustituto del ajo blanco, para condimentar carnes, preparar sofritos y hasta elaborar mantequillas para untar. Incluso hay quienes lo consumen directamente, sin incluirlo en ninguna preparación, ya que su sabor, su ternura y su aroma son más agradables que los del ajo blanco.

Asimismo, el hecho de que el sabor del ajo negro sea dulce y salado a la vez hace que maride con casi cualquier alimento. Un clásico de este alimento es la elaboración de paté de ajo negro.

El ajo negro, popular en Asia

El ajo negro es muy utilizado en numerosos países de Asia, sobre todo en Corea y Tailandia , donde es muy frecuente en su cocina. En España entró a partir de 2012 a raíz de la entente entre técnicos japoneses –donde es muy popular el ajo negro- y productores de Castilla La Mancha. Al principio los resultados no fueron satisfactorios, pero consiguieron el objetivo de reproducir lo que hacían en su país con ajos de calidad.

Desde que se puede acceder a él han sido numerosos los chefs de alta cocina que lo han empleado en alguno de sus platos, ya que aporta un sabor muy peculiar. Por ejemplo unos simples espaguetis pasados por aceite donde hay algunos dientes de ajo negro fileteados tienen otro sabor. Con un poco de imaginación, el ajo negro tiene múltiples aplicaciones gastronómicas.

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