leche de almendras

La leche de almendras es muy digestiva [Foto: diariovasco.com]

Sustituto natural

Leche de almendras, una alternativa

No a todo el mundo le gusta la leche, más allá del planteamiento radical que supone dejar de tomarla totalmente. Su sabor, sea de vaca o de cabra, no agrada a todo el mundo. Por eso la leche de almendras (al igual que la de soja), está ocupando un espacio cada vez más grande en nuestras mesas.

diariovasco.com | 08/01/2016 |

La leche de almendras es un sustituto fantástico y natural que no produce problemas digestivos para quienes la lactosa que contiene la leche de vaca le sienta fatal, con pesadas digestiones incluidas. Es más, ayuda a reducir los niveles de colesterol (para ello hay que vigilar la alimentación, hacer deporte…). Es una buena fuente de potasio, además de contener fibra.

La leche de almendras es muy digestiva y aguanta más que la de vaca sin estropearse

Tiene también un alto contenido en vitamina E y no es demasiado calórica. Eso sí, al comprarla conviene mirar en el envase para saber si tiene azúcar, ya que hay productos que la llevan en cantidad, por lo que cambia la composición calórica. Una de sus características es que aguanta mucho más tiempo que la leche de vaca sin estropearse.

A la bebida hecha con la leche de almendras y azúcar, al igual que a la pasta confeccionada con esta leche, harina, miel o azúcar se le llama almendrada. Esta palabra significa también lisonjear a alguien, agradarle los oídos. En el primer libro de cocina que se editó en España, el “Libre del Coch” (parece ser que en el siglo XVI), aparece una receta con leche de almendras y miel.

Por su parte Juan Altimiras, el fraile lego del siglo XVIII, en su libro “Nuevo arte de cocina” tiene una receta de leche de almendras en la que plantea para doce vasos una libra de azúcar y doce onzas de almendras que, una vez pasadas por agua, había que molerlas y luego empezar a trabajar con el agua y lo triturado.

Ajoblanco

Se podía pensar, quizá un poco forzado, que el ajoblanco es una variante de la leche de almendras al ser éstas su ingrediente principal. Hay que majarlas hasta conseguir una pasta que se va diluyendo con aceite y un poco de vinagre.

Se considera que este humilde plato viene de muchos siglos atrás, por lo que no sería de extrañar que en época de griegos y romanos se preparara también la leche de almendras como bebida refrescante y nutritiva.

Eso sí, conviene ser cauteloso con el consumo de almendras –tanto en crudo como tostadas- porque son de digestión lenta. No ocurre lo mismo con la leche de almendras, que es muy digestiva.