Comer o no comer cuando se tiene fiebre, esa es la cuestión. Parece ser que entre otros muchos mitos, arraigados y transmitidos de generación en generación, se esconde la idea de que es mejor no comer nada cuando uno tiene fiebre.

A tal punto llega esta afirmación que en los países de habla inglesa incluso poseen un refrán al respecto: 'Feed a cold, starve a fever' (alimenta un resfriado, mata de hambre una fiebre). Recogido en diccionarios, el fundamento de este dicho proviene de la idea de que los alimentos nos generan calor, por lo que es perfecto para calentar el cuerpo cuando estás resfriado, pero una mala opción si se tiene una temperatura alta.

Si quieres bajar la fiebre no dejes de comer; manténte hidratado come limpio

Con refrán o sin él, se ha demostrado que esta afirmación es falsa, ya que en ningún caso se debe dejar de comer cuando se tiene fiebre. De hecho, esta subida de temperatura de nuestro cuerpo suele venir acompañada de una gran sudoración, por lo que nuestro cuerpo más que nunca necesita hidratarse, tanto bebiendo como comiendo.

Qué comer cuando se tiene fiebre

Sumergidos en pleno invierno, no son pocos los que caen en gripes y catarros con uno de sus peores efectos, la fiebre. Si este es tu caso, o para la próxima vez que te suba la temperatura, debes saber que hay ciertos alimentos que te pueden ayudar cuando tienes fiebre.

Como hemos comentado con la subida de temperatura del cuerpo se produce una fuerte sudoración. Para mantenernos hidratados, además de beber agua de manera constante, lo ideal es ingerir alimentos líquidos como purés o sopas. Además, lo normal es que al estar en estado febril nuestro apetito disminuya, por lo que estas comidas se hacen relativamente fáciles de comer aunque no nos apetezca.

En esta línea de mantener el cuerpo hidratado o incluso rehidratarlo si ya hemos llegado a ese punto, se debe tener a mano, además de agua, zumo, yogures, batidos de leche o similares. Son de gran ayuda para meter agua en el cuerpo sin hartarnos de ella y en el caso del zumo de frutas, también nos vendrán muy bien sus vitaminas.

Pero si nos vemos con ganas de morder, las carnes magras, pescados blancos y otros alimentos ligeros y blandos también son una buena opción. En todo caso hay que evitar alimentos grasos difíciles de digerir.