Arranca el mes de noviembre y con él se abre un nuevo abanico de alimentos y posibilidades con los que enriquecer nuestra dieta y disfrutar de una cocina elaborada con productos de temporada que presentan estos días su máxima expresión.

Las becadas, las vieiras y las mandarinas son alimentos que tienen su mejor momento en noviembre

Aunque la podamos consumir durante todo el año, es en noviembre cuando la mandarina ofrece todo su esplendor. Esta fruta cargada de vitamina C es perfecta para combatir los catarros y resfriados que amenazan nuestra salud en esta época del año. Además, presenta también un potente protector contra infecciones, es depurativa y antioxidante. Y es perfecta para comer en cualquier momento y cualquier parte.

El hinojo está menos presente en nuestra dieta, pero es muy beneficioso para nuestra salud. El hinojo es perfecto para acompañar platos pesados, ya que suaviza su sabor y favorece una mejor digestión. Resulta una buena alternativa a la cebolla, para aquellos a quienes este alimento les resulte fuerte. El hinojo es un buen aliado a la hora de combatir la hinchazón abdominal y sus molestias.

Y es que además de las bondades de la tierra, en noviembre podemos disfrutar también de alimentos selectos como la vieira. Este es el momento idóneo para la recolección de vieiras. Y es que este preciado molusco bivalvo hace durante esta estación las delicias de los paladares más sibaritas. Fácil de preparar, al horno, con un poco de mantequilla, pan rallado, sal y pimienta, este manjar resulta perfecto.

Carnes también en noviembre

El mundo de la caza aporta grandes piezas también en invierno, y es que es en este momento cuando podemos disfrutar de la reina de las aves de caza, la becada. Esta especie es la más preciada de las piezas de caza de pluma, ya que su carne está considerada la más fina y sabrosa.

Y dentro de este mundo también llega el momento de la caza del conejo de monte. A diferencia del conejo de granja, este tipo de animal se distingue por presentar una carne menos grasa, más sabrosa y con una mayor presencia de proteínas. Los ejemplares más jóvenes son ideales cocinados a la parrilla, a diferencia de los de mayor edad, de los que se obtiene un mejor resultado cocinados en guisos o estofados.