La deshidratación afecta negativamente al funcionamiento intelectual. La falta de consumo de agua puede acarrear consecuencias como la pérdida de concentración o la reducción de la capacidad de la memoria a corto plazo. Otros efectos no deseados consecuencia de una falta de hidratación es la merma en la capacidad cognitiva y una reducción de habilidades mentales concretas.

En hombres, se aconseja beber dos litros de agua al día; en mujeres, litro y medio

No hidratarse correctamente, además, puede conllevar una ingesta insuficiente de minerales, que en el caso del agua están muy presentes. Esta falta es causa de cansancio, dolores de cabeza y, en casos más serios, mareos.

Por este motivo es importante mantenerse hidratados de manera constante, especialmente en niños y adolescentes para que su desempeño intelectual en los estudios sea el correcto. También es necesario atender de manera especial a los ancianos, que esperan a tener sed para beber agua y no siempre es suficiente.

En el caso de hombres, se aconseja un consumo diario de dos litros, mientras que en el de las mujeres esta cantidad es de litro y medio. La diferencia responde a que el cuerpo de la mujer tiene más grasa que el del hombre, y por su corpulencia no necesita beber tanta agua.

No obstante, estas cantidades son orientativas y depende en gran medida de la edad, el clima y los estados fisiológicos, entre otros factores. Así, en verano se debe incrementar el consumo de agua, preferiblemente fría. Durante el invierno, una buena alternativa para mantenerse correctamente hidratados son las infusiones de hierbas, que además nos aportan los elementos necesarios para nuestro organismo.

Organismo compuesto de agua

En este sentido, también es conveniente recordar que cuando nacemos nuestro organismo está compuesto por una mayor proporción de agua, que llega al 85%. Este porcentaje se reduce según vamos cumpliendo años, y al llegar al envejecimiento se reduce al 60%. Las personas mayores dejan de tener la misma capacidad de almacenar agua y además generan glucosas y calorías, por lo que es en esta etapa cuando más alerta hay que estar.

En conclusión, si queremos tener una mente sana y un cerebro al cien por ciento de nuestras capacidades, debemos darle de beber mucha agua. Y como advertencia, a los más reacios no les valdrán las bebidas energéticas, las gaseosas y el café, porque no hidratan al cuerpo.