Vino

Un buen vino siempre levanta el ánimo [Foto: diariovasco.com]

Revelador estudio

Vino contra la depresión

Un vaso al día puede ser una buena medida contra el riesgo de caer en esta enfermedad mental, tal y como asegura una investigación desarrollada en varios centros nacionales

diariovasco.com | 11/09/2013 |

Beber vino con moderación, cuya franja podría situarse entre las dos y las siete copas a la semana, pero sin superar nunca una copa diaria, puede asociarse a un menor riesgo de caer en una depresión, de acuerdo con una investigación desarrollada por la Red Predimed (Prevención mediante Dieta Mediterránea) y que ha sido publicada en la revista 'BMC Medicine'.

Según los resultados de este estudio, “sólo con moderadas cantidades de alcohol, consumidas preferentemente en forma de vino, se puede obtener un efecto protector frente a la depresión, similar al que se ha observado para la principal enfermedad cardiovascular: la enfermedad coronaria”. Y es que para este estudio, ha trabajado durante siete años en el seguimiento de 5.500 bebedores con consumos ligeros y moderados de alcohol, de entre 55 y 80 años. Martínez-González, catedrático de la Universidad de Navarra y director de esta investigación, ha explicado que “los hallazgos mostraron una asociación inversa entre estos niveles bajos-moderados de alcohol y la ocurrencia de nuevos casos de depresión”.

Y es que si bien estudios previos habían demostrado la relación directa entre consumo intenso de alcohol y problemas de salud mental, no se había valorado la relación entre salud mental y un consumo bajo o moderado de alcohol. A este respecto, el catedrático precisó que los investigadores estudiaron sólo a aquellos voluntarios que, antes del estudio, nunca habían sufrido una depresión ni habían tenido problemas previos relacionados con el consumo de alcohol.

De dos a siete copas semanales

Esta investigación concluyó que quienes tenían la costumbre de beber cantidades moderadas de vino, una cantidad que puede situarse entre las dos y las siete copas semanales, siempre y cuando no se tome más de una diaria, era menos probable que desarrollase una depresión. Por ello, Martínez-González no dudó en explicar que “pequeñas cantidades de ingesta de alcohol pueden ejercer una protección de modo similar a lo que se ha venido observando para la enfermedad coronaria. De hecho, se piensa que la depresión y la enfermedad coronaria comparten diversos mecanismos causales comunes".