Embotar es algo que se lleva haciendo durante muchos años, sin duda, debido a todas las ventajas que tiene hacerlo: por un lado, no se pierden los excedentes de comida o producción propia de nuestra huerta que podamos tener, sino que se aprovechan. Por otro, podemos disfrutar del producto embotado durante todo el año, sin que éste pierda su sabor y sin tener que invertir más dinero para ello.
El mes de septiembre es ideal para ello, puesto que durante el verano se recolectan muchas verduras y frutas que tienen muy buena conservación una vez embotados y que pueden sernos de gran ayuda durante el resto del año. Todo ello sin olvidar, por supuesto, algunos pescados, como por ejemplo, el bonito, el rey de las conservas tras el verano y uno de los productos con más salidas gastronómicas, al menos en nuestro territorio, puesto que se puede consumir en crudo, como acompañamiento de ensaladas, otros pescados, verduras…y su sabor es tan delicioso que pocos son los que se pueden resistir a él.
Además, teniendo en cuenta los tiempos que corren, seguro que a todo el mundo le viene muy bien embotar y es una manera de pasar una tarde divertida, haciendo algo diferente, que además no supone un gran estrés y que te permite compartir tu tiempo con aquellas personas que desees que te acompañen en tu elaboración. Si ya te has decidido a embotar, ahora sólo tienes que coger papel y boli y apuntar qué material necesitaras para hacerlo, así como algunos productos que se pueden embotar este mes de septiembre.
Material básico para embotar
Si quieres embotar, necesitarás conocer los siguientes datos
- Escoger el lugar: una cocina o un garaje acondicionado suelen ser los lugares escogidos por las personas que van a embotar.
- Una cacerola grande
- Tarros de vidrio
- Cuchara de madera
- Producto a embotar
Cómo embotar tomate
Este es un ejemplo como otro cualquiera de algunos de los productos que se pueden embotar este mes de septiembre. Además sirve de acompañamiento de numerosos platos, tanto primeros como segundos o combinarlo con los sabores dulces de las frutas. Y lo mejor de todo es que embotar tomate es sencillo y barato.
¿Qué vas a necesitar? Además de los productos citados en el apartado anterior, también necesitarás: tomates, sal, laurel y aceite de oliva.
¿Cómo lo hacemos? En primer lugar hay que esterilizar los botes donde vayamos a conservar el tomate. Para ello, introducimos los botes en agua y los dejamos 5 minutos (contando desde que el agua comience a hervir)
Después hay que hervir los tomates durante unos minutos y triturarlos a nuestro gusto. A esto le añadiremos un 10% del peso en sal, así como dos hojas de laurel. Envasaremos hasta que falte medio centímetro para el borde del recipiente, acabe de llenar hasta el borde del recipiente con aceite de oliva para que quede el mínimo de aire o ninguno, y cierre de inmediato.
Después, dejar enfriar y ya tenemos nuestra conserva hecha. Eso sí, hay que asegurarse de que los botes estén bien cerrados para que no se estropee la conserva. ¡Ya sólo queda disfrutar!