Las pizzas pueden convertirse en una comida light si utilizamos ingredientes sanos y controlamos las cantidades de algunos de ellos.  Tanto las pizzas como otros muchos alimentos se cocinan en muy poco tiempo, y además son productos muy queridos por todos.

El hecho de abusar demasiado de alimentos de este tipo, puede ser perjudicial para el organismo y para nuestra dieta diaria. Por el simple hecho de hablar de pizza, no se refiere a comida basura; perfectamente se puede elaborar versiones de pizza saludables en casa sin renunciar a su sabor original. Para aligerar las calorías de una pizza, se intentará reducir desde la base hasta los propios ingredientes.

Las bases de las pizzas industriales, a menudo, llevan más aditivos que suman gran cantidad calorías. Además, también las hay rellenas de queso en sus bordes. Lo que engorda no es la masa en sí, sino los añadidos que introducen en ella. 

Pizzas con ingredientes más saludables

Para aligerar una pizza, es fundamental revisar los alimentos que la componen y las cantidades que se añaden de cada uno de ellos, sobre todo de los menos saludables.

La base de cualquier pizza se elabora a base de harina, agua, levadura, sal y un máximo de dos cucharadas de aceite de oliva.  Es sencillo preparar la masa en casa, e incluso es recomendable usar harina integral. También es importante crear una masa fina, ya que permite apreciar mejor el sabor del resto ingredientes.

En una pizza lo que engorda no es la masa en sí, sino los añadidos que introducen en ella

Por otra parte, el queso es el componente estrella de cualquier pizza. Es el alimento del que se suele abusar, que hace que aumente el valor energético del plato. Gracias a este producto hacemos más jugosa la pizza, pero también introducimos grasas innecesarias.

Sería conveniente prescindir de los embutidos, otro ingrediente imprescindible del plato, para poder elaborar una pizza más ligera. Son alimentos que aportan gran cantidad de calorías  y proteínas. Para introducir algún embutido más ligero, la mejor opción sería la carne magra como la ternera, pollo o pavo. 

Pizzas más ligeras

Los ejemplos más consumidos de pizzas más ligeras son las siguientes: la pizza marinera de marisco (gambas, langostinos, mejillones, etc.), pizza de pescado (bacalao o bonito), pizza de conservas de pescado (atún o bonito, sardinas o de caballa), pizza de salmón ahumado o con anchoas en aceite; por último, las pizzas de carnes magras (pollo o pavo).

En definitiva, no se debe prescindir de cualquier plato por el hecho de que parezca menos saludable; solamente debemos controlar las cantidades y los ingredientes que añadimos. Para las personas que no consumen embutidos se pueden elaborarlas únicamente de vegetales. Hay una variedad infinita, por lo tanto, también se puede crear pizzas solamente a base de verduras.