Imagínense la cara de asco de muchos ante la idea de sentarse a la mesa para degustar una sabrosa medusa, cocinada a saber de qué manera, aunque lo cierto es que estos seres gelatinosos ya se consumen en países como China, Japón, Tailandia o Corea.Las medusas tienen un color rubio y rojizo y de ellas se utiliza sólo la cabeza que tiene una textura crujiente y un toque de sabor a mar.
En el gigante chino las crían hasta en estanques para realizar con ellas recetas de la cocina imperial; en Corea triunfa la sopa de medusas; en Japón las suelen tomar acompañadas de la picantísima salsa wasabi. Pero la receta nipona más conocida de medusa es la ensalada de medusa, aliñada con salsa de ciruelas en escabeche, mostaza japonesa o salsa de soja y aceite de sésamo.
El doctor Thomas Heeger asegura que casi todas las medusas del Mediterráneo son comestibles
Según uno de los máximos expertos en medusas, el doctor Thomas Heeger, casi todas las medusas del Mediterráneo son comestibles, sobre todo la famosa “huevo frito”, la que más abunda. De hecho, en España ya existen algunos restaurantes en los que ofrecen medusas en sus cartas. El restaurante La Sopa Boba, en Alpedrete (Madrid), por ejemplo, tiene varias opciones con medusas: ensalada con medusa, ramallo de mar y wakame; rabo de toro con medusa de guarnición; tempura de medusa, e incluso licor.
El restaurante asiático Dos Palillos (Barcelona) también incluye la medusa en su carta desde que abriera hace cinco años en dos platos: un aperitivo típico de la región china de Xihuan, acompañada de aceite layu (de guindilla y sésamo), vinagre de arroz, unas gotitas de soja y sésamo tostado; y con el kimchi coreano, una col fermentada.
Otra gran defensora de la medusa en la alta cocina española es Carme Ruscalleda, que descubrió «esta maravilla» en 2003 un viaje a Japón, «donde se come de forma cotidiana y saludable desde hace tiempo». Cuando invadieron las playas mediterráneas en 2005 y 2006, la chef catalana ofreció en su restaurante El Poblet (Sant Pol de Mar, Barcelona) una tapa de medusa asiática en salazón «para crear debate sobre algo que aquí nos estorbaba y en otros lugares se lo comen. Nos la trajeron fresca, la pusimos sobre una cama de sal para que muriera y descubrimos un corte maravilloso, un producto que sabe a ostra o al percebe».