La fecha de caducidad se indica en productos que son muy perecederos y con riesgo microbiológico: carnes y pescados crudos y frescos, que duran pocos días y donde puede haber bacterias patógenas. Una vez pasa la fecha de caducidad, el producto no debe consumirse, ya que hay riesgos de que se encuentre en mal estado, estropeado y puede incluso ser peligroso. No se pueden consumir productos de este tipo que han superado su fecha de caducidad. Lo que se puede hacer es congelarlos antes de que caduquen si es que no los podemos consumir antes de la fecha. Pero hay que tener en cuenta que una vez descongelados estos productos, hay que consumirlos en menos de 24 horas.
Hay productos que sí podemos consumir aunque se haya superada su fecha de consumo preferente, como los yogures
Hay productos que sí podemos consumir aunque se haya superada su fecha de consumo preferente, como los yogures, que pueden comerse aunque haya pasado la fecha unos días. No es nada peligroso (si son sólo unos pocos días) ya que la leche es pasteurizada.
Consumir preferentemente antes de…
Por su parte, la fecha de consumo preferente se aplica a productos más duraderos. Una vez pasada esta fecha pueden haber perdido parte de sus propiedades, como tener menos aroma, cambio de textura, de color... pero no hay riesgo microbiológico. Las galletas y los bollos que hayan superado la fecha de consumo preferente pueden estar algo más rancios, más secos, pero si los probamos y están bien, se pueden comer. Los aperitivos salados, las pastas secas, y los productos de ultramarinos en general también pueden tomarse. No pasa nada si se supera la caducidad en unos días o un mes, siempre que se prueben y tengan buen sabor. Lo mismo ocurre con los embutidos al vacío salvo en algunos casos, como en el del pavo o el jamón cocido. Al tener mucha agua, estos productos son más frágiles, mientras que los curados o quesos son más resistentes y se pueden comer aunque se pase un poco la fecha.
Los refrescos o las bebidas alcohólicas si llevan fecha de caducidad también pueden consumirse más tarde. Puede alterarse un poco el color o el sabor, algunas pierden dulzor porque los edulcorantes se pueden descomponer, pero no es peligroso. Se prueban, y si están bien, se pueden consumir.