Son muchas las propiedades positivas de la quinoa, que posee los ocho aminoácidos esenciales que necesitamos y contiene más proteínas y grasas insaturadas que otros cereales. Una buena cantidad de Omega 6 y Omega 3, así como un alto contenido en fibra y minerales como potasio, magnesio, calcio… Puede utilizarse tranquilamente en la alimentación de las personas celíacas ya que no tiene gluten.

Sus propiedades convierten a la quinoa en una de las bases de la alimentación del futuro

Puede alcanzar hasta el 23% de proteínas, siendo lo habitual un 16%. Por ello, es un buen ingrediente para todas aquellas personas que siguen algún tipo de dieta vegetariana. Se puede utilizar de muchas formas. Hay quien sustituye con la quinoa los cereales del desayuno, pero lo más habitual es utilizarlo para comer. Es la base para una buena ensalada tipo “taboulé”, como acompañamiento de cualquier plato, salteado con vegetales e incluso estofado con carne.

Las hay de diferentes colores y se utilizan para distintas preparaciones, aunque todas ellas tienen un sabor que recuerda a la nuez. Se considera que es una de las bases de la alimentación del futuro, ya que cuando se cultiva aguanta temperaturas extremas. Desde -4º a 35º.

La cuestión es que este ingrediente se consume desde el periodo prehispánico en Sudamérica. Cuando llegaron los descubridores obligaron a los indígenas a cambiar este cultivo por el de cereal. Inca Garcilaso de la Vega se refiere a él, aquellos años, en sus escritos. Los incas lo tenían como un alimento sagrado y el rey abría la siembra todos los años.

Procede de las cercanías del lago Titicaca, siendo Bolivia y Perú los grandes productores de la quinoa, que también se encuentra en la cordillera de los Andes. En la actualidad son numerosos los países de los cinco continentes que la cultivan.

Sus propiedades incrementan su precio

Un dato relevante: no es barato. En los últimos años su precio se ha disparado en relación al que tenía con anterioridad, aunque sigue siendo accesible para muchas personas. La manera de utilizarla es sencilla. En primer lugar hay que pasarla por agua, lavarla prácticamente durante un par de minutos, para quitarle una sustancia que puede amargar un poco.

A partir de ahí, tres partes de agua por una de quinoa y dejarla cocer por espacio de quince o veinte minutos. Hay que estar pendiente, lo mismo que con el arroz. Por lo tanto, no debe quedar como una pasta; hay que buscar que los granos queden relativamente sueltos. Y en muchos círculos está de moda.