Existen pequeños trucos que ayudan a reducir este consumo de azúcar sin que nuestro humor varíe. Desengancharse del azúcar no es del todo difícil con voluntad y con sencillas técnicas que podemos aplicar en nuestra vida diaria sin demasiado esfuerzo.
Elaborar postres en casa en vez de comprarlos también nos puede ayudar
Una de ellas es engañar el cerebro. Hay determinados momentos en los que consumir azúcar se convierte en una cuestión de vida o muerte. Tener a mano alimentos que lo recuerdan pero que no contienen este producto aliviará este antojo además de conseguir no alterar la glucemia del organismo. Los caramelos sin azúcar, los refrescos light o el chocolate con un alto nivel de pureza son algunos sustitutos que consiguen el efecto esperado.
Un buen consejo que no solo afecta al consumo de azúcar, sino a nuestra salud en general y a la del bolsillo en particular, es evitar hacer la compra cuando se tiene hambre. No es extraño que en esas circunstancias todo lo que encontramos en las estanterías del centro comercial o tienda de comestibles nos resulte muy apetecible.
Al salir del establecimiento, nos encontramos con bolsas llenas de alimentos, muchos de ellos chocolate, bollos y otros productos con azúcar por ser más atractivos. Si cambiamos esta costumbre y hacemos las compras sin hambre es más probable que no sucumbamos a la tentación y, si no hay dulces en casa, no los podremos picar entre horas.
Ser un cocinitas es también una buena opción en la guerra contra el azúcar. Los deliciosos postres basados en ingredientes ricos en azúcares como las tartas o los flanes pueden conservar todo su potencial si se sustituyen estos ingredientes por otros con ausencia o menor presencia del azúcar.
Elaboración personal
Intentar elaborar personalmente los postres es una buena alternativa porque permite sustituir determinados elementos de la receta por edulcorantes o productos sin azúcar que existen en el mercado, tales como galletas o mermelada. A buen seguro los comensales no lo notarán y a la vez cuidarán su salud.
Estos trucos tienen su culminación en una recomendación que se aplica a muchos casos. Mantenerse ocupado y activo consigue que una persona no piense tanto en sus caprichos pasajeros y evite la tentación del azúcar. Además el ejercicio físico, sobre todo el aeróbico de media o larga duración y baja o media intensidad ayuda a no alterar los valores de azúcar en sangre.