Los fríos ya han llegado y lo que más apetece a la hora de sentarnos a la mesa es un buen plato bien caliente de alubias, lentejas, garbanzos. Pero, en muchas ocasiones, se renuncia a este tipo de alimentos porque se preparan con demasiados elementos grasos.
Para cocinar un buen plato guisado no es necesario añadir materias grasas, para ello se deben elegir bien los ingredientes con los que se quiere elaborar el guiso. Hay que prescindir de embutidos: evitar el chorizo que suele incorporarse a este tipo de preparaciones ahorra muchas calorías y resta grasa saturada al plato. Asimismo, en vez de costilla de cerdo, se pueden elegir carnes magras: paletas, piernas, lomo o bien pescados que son ricos en grasas buenas.
Añadir verduras
Los guisos de cuchara no sólo alimentan sino que quitan el hambre durante horas
A los platos de cuchara les viene muy bien añadir verduras para que no resulten pesadas. Además de dar color y sabor a la preparación suman volumen con pocas calorías y muchas vitaminas, fibra y minerales. Además, si queremos platos más ligeros hay que evitar freír primero los ingredientes que se quieren utilizar, así, se evitará añadir al plato aceite en exceso.
Si se elabora una crema o sopa, puede ser muy frecuente la utilización de mantequilla o nata, pero si queremos mejores nutrientes y menos calorías, lo mejor es escoger aceite de oliva o emplear yogur natural para dar cremosidad, también se puede añadir patata que con su almidón mejora las texturas de cremas y sopas sin sumar grasas saturadas a la receta.
Los sacramentos, más ligeros
No obstante, si se quieren preparar unas buenas alubias con todos sus sacramentos, una buena, y saludable, opción es cocer por separado el chorizo, la carne y la morcilla para que pierdan parte de su grasa y de su sal; así, el plato resultará más liviano y digerible. Además, a la hora de cocinar un cocido se puede ir quitándole la grasa que sale a la superficie para reducir calorías.
Los guisos de cuchara no sólo alimentan sino que quitan el hambre durante horas ya que sus ingredientes principales (legumbres, patatas, arroz y verduras) son de índice glucémico moderado y proporcionan energía durante horas. Un plato de legumbres cocinado con aceite de oliva y sin grasa puede tener menos calorías que una ensalada con queso, pan frito y salsa rosa, o que un plato de pasta o un bocadillo.