Preparar los pintxos en directo ante los clientes del bar sigue siendo la seña de identidad de este local situado en la calle Peña y Goñi del donostiarra barrio de Gros, a escasos metros del Kursaal. Muchos de los pintxos se hacen a petición del cliente en una zona específica a la vista de todos. Utilizan productos frescos y de máxima calidad, para hacer las delicias de sus clientes.
Por encima de todos, en la Bodega Donostiarra destaca el pintxo de tortilla recién hecho y el mini completo de bonito, guindillas y anchoas, preparado en el momento con pan recién horneado. Dos bocados que causan sensación entre los donostiarras y los visitantes. Claro que no conviene olvidarse de otros pintxos de toda la vida como el Indurain, la sabrosa ensaladilla rusa, las anchoas y los boquerones, las morcillas y otros.
Muchos pintxos se hacen en directo, a petición del cliente
Además de la barra de pintxos, y como novedad en la nueva Bodega Donostiarra, ahora existe una pequeña y sabrosa carta para comidas y cenas. En la carta destacan las ensaladas de tomate y vinagres, las raciones de pastel de pescado, los ibéricos de Guijuelo, los quesos de Idiazabal...
Especialidad en brocheta de pulpo y langostinos
También conviene destacar las comida a la brasa. Y es que con horno de carbón vegetal, en la Bodega Donostiarra hacen unas espectaculares brochetas colgantes de entrecot, carrillera ibérica, pollo… Una de las más demandadas es la de pulpo y langostinos. Además se hacen parrilladas de verduras, chuletas, costillas, alitas de pollo, huevos a la brasa... Todo ello con el inconfundible toque del carbón.
A los mediodías, hay un plato del día que varía que cada día. Los lunes, menestra de verduras; martes, alubias de Tolosa; miércoles, estafado; jueves, arroz a la brasa; y viernes, pescado. Cualquier plato de estos, con la bebida y el postre incluido, asciende a 8,50 euros. Los sábados hay ración de cordero o cochinillo asado con ensalada, bebida y postre por 16,50 euros.