La repostería casera es muy fácil de hacer, muy lucida y tremendamente deliciosa. Porque hay pocos bollos que uno no pueda hacer en casa con la ayuda del horno, croissants, donuts, magdalenas, napolitanas… ¡mmm!

Si quieres probar a preparar repostería casera puedes empezar por el croissant. Para una primera toma de contacto lo mejor es comprar la masa ya hecha, ya que esto facilitará mucho las cosas. Para preparar esta opción de repostería casera se debe cortar el hojaldre en triángulos. Una buena medida es hacer una base de 9x26 cm, aunque cada uno los puede ajustar a su gusto. Suele ayudar bastante hacer una plantilla con un folio para conseguir hacer todos los croissanes del mismo tamaño.

Listos los triángulos se hace un corte de 3 cm en la base del triangulo y se enrolla empezando desde la base y estirando hacia los extremos. Si se quiere rellenar de mermelada de frutas o crema de cacao se puede poner una cucharada en el centro antes de enrollar. Y para que queden bien brillantes se les da una pincelada de huevo batido, se curvan las patas hacia el interior y al horno.

Para iniciarse en la repostería casera lo mejor es empezar comprando la masa hecha

Incluso se puede aprovechar y comprar algo más de hojaldre y, ya que uno se lanza a la aventura de la repostería casera, animarse a preparar napolitanas. Hacerlas es súper fácil, solo hay que poner la lámina de hojaldre, colocar en ella cuatro filas separadas de onzas de chocolate, las filas tienen que estar formadas por dos onzas juntas o bien se puede optar por la crema de cacao.

Hay que dejar la suficiente separación entre unas y otras como para que tengamos hueco de sobra. Hecho esto, se corta la masa por la mitad de las filas de chocolate y se cubren las onzas como si las arropáramos.

Ahora, solo falta cortar los rollos que hemos conseguido en el tamaño de napolitanas y pincelarlas con huevo batido.

Repostería casera: rollitos de canela

Pero no todo va a ser hojaldre. Otra opción de repostería casera sencilla y rápida son los rollitos de canela. Para prepararlos se compra masa fresca con levadura y se aplana con la ayuda de un rodillo. Lo ideal es conseguir una masa de forma cuadrara o rectangular. Cuando haya quedado fina, se pincela con mantequilla derretida y se espolvorea canela, azúcar moreno y azúcar blanca.

Basta con enrollarlo, cortarlo en rodajas y meterlo al horno para conseguir unos rollitos de canela caseros. Estarán listos en 15 minutos.