Patatas bravas

Patatas bravas, un plato siempre apetecible [Foto: diariovasco.com]

Picantes y crujientes

Patatas bravas: un aperitivo muy apetecible

Pocas son las personas que no han probado nunca un plato de bravas. La salsa que les acompaña, su textura crujiente por fuera y jugosa por dentro... En definitiva, un manjar al que pocos pueden resistirse

diariovasco.com | 24/02/2012 |

En una recopilación mundial de recetas de patatas realizada por las Naciones Unidas se incluye una receta de patatas bravas como un plato típicamente español. Así pues, un aperitivo mundialmente conocido como éste es uno de los que más se piden en las barras de nuestros bares y restaurantes.

Las patatas bravas pueden prepararse de maneras muy diferentes según el cocinero

Cada cocinero da un toque diferente a la receta tradicional; el lugar donde se coman también influye en la manera de saborearlas. Uno de los sitios  ideales para disfrutar de este aperitivo es contemplando la bahía de Donostia desde el paseo del Peine del Viento: el mar bañando la isla y en nuestro paladar ese sabor inconfundible de unas buenas patatas bravas con dos salsas: una de tomate y otra de mahonesa de ajo.

Así las prepara Alma, del restaurante Branka: «Para acompañar las patatas preparamos dos salsas, una de tomate con pimientos rojo, pimiento verde y cebolla, todo ello triturado y sazonado con una pizca de sal y azúcar para quitarle la acidez. Y la salsa verde o salsa de mahonesa de ajo que se hace añadiendo a la mahonesa el aceite de los ajos previamente pochados», explica Alma. Para ella, además, uno de los secretos para que la patata esté en su punto es que el tubérculo esté doradito, sin tostar y que se sale al final de la fritura.

Patatas bravas en gajos

Y si lo que se quiere es tomar unas bravas en un entorno más urbanita, sin perder el contacto con la vida de la ciudad, una buena opción es hacerlas en plena calle Elkano de Donostia. Allí, el Mesón Martín tendrá preparadas una ración que hará las delicias del paladar más exquisito. «Nosotros cortamos la patata en gajos y le añadimos salsa mahonesa, tomate y tabasco», explica Txema, uno de los responsables de este céntrico establecimiento donostiarra.

Por último, otro de los lugares que se pueden sugerir para disfrutar de este aperitivo es a orillas del río Urumea. En el restaurante Via Fora cortan las patatas a cuchillo en dados grandes y las fríen a fuego lento. Las sirven con dos salsas, una de tomate casera hecha con tomate natural triturado, cebolla, pimiento verde y rojo, azúcar y sal; y salsa 'ali oli' realizada con huevina, ajo y aceite de girasol.