Cogollo de Tudela

El cogollo de Tudela es una lechuga que se prepara de diferentes maneras [Foto: diariovasco.com]

Verduras

Los cogollos de Tudela: un ejemplo de versatilidad

Los cogollos de Tudela son una variedad de lechuga, oriunda de la Ribera Navarra, que cuenta con unas características muy particulares que le dan muchas formas de ser consumida

diariovasco.com | 12/02/2019 |

¿Te has parado a pensar alguna vez en las diferentes formas en las que se pueden comer los cogollos de Tudela? Aunque lo habitual sea consumirlos como ensalada y acompañados de anchoas, lo cierto es que son muchas las recetas y platos diferentes que ofrece este alimento.

El cogollo de Tudela es un alimento versátil que se puede preparar de muchas maneras

Los cogollos de Tudela son una variedad de lechuga que se produce en la ciudad que le da su nombre y en los municipios colindantes de la Ribera Navarra. Ciertas características distinguen un cogollo de Tudela del que se puede encontrar en el resto de la Península.

Las piezas pertenecientes a esta variedad tienen mayor tamaño de lo habitual, ya que miden unos 10 centímetros de largo. Además, sus hojas son fuertes y gruesas y cuentan con un color que oscila entre el blanco del tallo, el verde de las hojas exteriores y hasta el amarillo del núcleo.

De hecho, cabe destacar que las autoridades navarras hacen por proteger esta variedad autóctona, realizando controles de calidad y evitando que las semillas oriundas sean vendidas a otras zonas de producción.

Los cogollos de Tudela es una especie de lechuga arrepollada tierna y sabrosa, de gusto más amargo que el de una pieza común. Se suele cultivar durante todo el año, aunque lo cierto es que su temporada natural es de otoño a primavera y estas piezas de temporada tendrán inevitablemente mejor calidad, textura y sabor. Más aún si el cultivo se lleva a cabo de forma tradicional, artesanal y sostenible.

¿Y cómo comerlos?

Lo más habitual es consumir los cogollos de Tudela en crudo, cortados en cuatro trozos, aliñados y acompañados de anchoas. De hecho, si nos acercamos a la zona de la Ribera a probarlo, casi seguro se nos presentará con el mismo emplatado.

Como cualquier otra lechuga, los cogollos de Tudela se pueden combinar con ingredientes al gusto de cada paladar

Sin embargo, eso no debe encasillar al cogollo de Tudela como un alimento plano y sin opción culinaria alguna. La realidad es todo lo contrario: tenemos entre manos un producto gastronómicamente muy versátil.

Lo cierto es que para sacar el máximo partido al auténtico sabor de los cogollos, lo mejor es comerlo a modo de ensalada con diferentes variantes: cortado en cuatro o en juliana, manteniéndolo como ingrediente principal o restándole protagonismo.

Como cualquier otra lechuga, se puede combinar con ingredientes al gusto de cada paladar. Sin embargo, el cogollo de Tudela casa muy bien con elementos salados como anchoa, ventresca o bonito. También con frutos secos; elementos frescos como el queso de burgos, langostinos o tomate cherry.

Y, aunque pueda parecer sorprendente, es una buena opción acompañarlo de frutas como la manzana o de salsas agridulces como la de mostaza y miel.

Por otro lado, una forma de suavizar el sabor del cogollo es optando por hacerlos rellenos, una receta muy fresca y veraniega. Uno de los rellenos que más triunfa en esta receta es el picadillo compuesto por huevos duros, pimientos de piquillo, tomate, cebolla, bonito en aceite de oliva y ajo.

Si todavía no te has convencido a experimentar con los cogollos de Tudela, siempre quedará la opción de consumirlos a modo de acompañamiento de carnes y pescados, asados o a la plancha. Aunque sea una idea estupenda, ¿por qué no te animas a experimentar con este producto tan versátil reconocido de la huerta navarra?