Huevo frito perfecto

Es conveniente conocer algunos trucos para conseguir un huevo frito perfecto. [Foto: diariovasco.com]

Algunos trucos

El huevo frito perfecto, ¿existe?

Con o sin puntilla, la yema más o menos hechaÂ… Sobre gustos no hay nada escrito, pero apúntate estos trucos si quieres lograr el huevo frito perfecto

diariovasco.com | 04/02/2019 |

Quizá no haya receta más sencilla que la de los huevos fritos, pero no es nada fácil que sea perfecto. Eso sí, huevo, aceite y sal son los únicos tres ingredientes necesarios para elaborar uno de los más tradicionales y alabados platos de la gastronomía estatal.

Una buena materia prima de calidad es esencial para lograr un huevo frito perfecto

Aunque la preparación destaque por su sencillez, hay ciertos consejos y trucos a seguir para no fracasar en el cocinado de unos deliciosos huevos fritos. Pero como sobre gustos no hay nada escrito y cada maestrillo tiene su librillo, la puesta en práctica de los mismos dependerá del interés de cada uno de los paladares.

La materia prima es el primer y más importante factor influyente a la hora de cosechar el éxito. Parece evidente, pero utilizar alimentos de calidad marca la diferencia. Por ello, es muy importante emplear aceite de oliva virgen, evitando el de girasol, y que se utilice por primera vez: limpio y sin resto de frituras anteriores.

En los huevos debemos aplicar la misma regla de calidad. Lo ideal es que sean ecológicos o de gallinas criadas al aire libre, es decir, pertenecientes a los grupos 0 y 1, respectivamente. Unos huevos frescos nos garantizan una buena unión entre la clara y la yema, evitando su esparcimiento al romper el huevo.

Asimismo, se suele aconsejar sacar el huevo de la nevera un tiempo antes de cocinarlo. El objetivo es que a la hora de freírlo haya adquirido una temperatura ambiente.

El siguiente truco está en la acción de cascar el huevo. Si queremos evitar que la yema se rompa, además de un buen producto, se recomienda abrir el huevo lo más cerca posible del aceite.

Además, a quien se le resista la técnica de cascar el huevo le recomendamos no hacerlo directamente sobre la sartén, sino hacerlo en un recipiente pequeño y lanzarlo desde ahí. Con este último consejo evitaremos también vernos sorprendidos por el aceite que salta al romper el huevo.

Si antes se hacía referencia a la calidad del aceite, también es muy importante medir la cantidad del mismo. Echar una fina capa de un centímetro es suficiente. Existe la creencia de que cuanto más aceite, se evitará que el huevo toque el fondo de la sartén y junto a ello, que se pegue a la misma. Sin embargo, nada más lejos de la realidad: El único truco para que no se nos pegue el huevo es utilizar una buena sartén antiadherente.

En ese sentido, es también importante cuidar que el aceite esté bien caliente y casi humeando, sin dejar que se queme en exceso, lo que provocará la pérdida de algunas propiedades del denominado oro líquido.

¿Con o sin puntilla? ¿El aceite cuándo?

Si queremos lograr un huevo frito con puntilla, es decir con los bordes crujientes, es importante que el aceite esté a una temperatura elevada. Además, se aconseja regar con el mismo aceite caliente el huevo frito por la parte de arriba. Ello nos asegurará lograr una yema bien hecha, evitando un desparrame del líquido naranja.

En cambio, si lo que se quiere lograr es una clara suave y tierna, sin puntilla, se recomienda cubrir con una tapa la sartén. Así, la parte blanca del huevo se sellará con el calor y el vapor, evitando la aparición de la parte crujiente.

Respecto al momento indicado para añadir la sal, no hay nada escrito y existen opiniones muy dispares sobre el tema. Hay quienes aconsejan ponerla sobre el huevo crudo antes de freírlo; otros dicen que lo mejor es echarla durante el cocinado en la sartén.

Quienes recomiendan agregarla al final, con el huevo ya frito sobre el plato basan su consejo en la teoría de que la sal seca los alimentos, lo que dificultaría que la yema quedase jugosa y líquida y, al mismo tiempo, provocando que el aceite caliente salte.