Una mesa para invitados

El buen comportamiento en la mesa no está sólo ligado a las altas clases [Foto: diariovasco.com]

Protocolo gastronómico

El arte de comportarse en la mesa

La educación en la mesa es algo que no pasa de moda. No hace falta ser un 'finolis' para comportarse adecuadamente en ella. De hecho, en el conjunto de la población, son muchas las reglas que se respetan sin saber que forman parte del protocolo.

diariovasco.com | 23/03/2012 |

Las normas sobre cómo comportarse en la mesa son casi tan antiguas como el hombre. Normas y costumbres que se han ido adaptando con el paso de los años y que a día de hoy, siguen vigentes.

En numerosas ocasiones se asocia el buen comportamiento en la mesa o protocolo gastronómico con las altas clases, pero lejos de esto, lo cierto es que en cualquier casa que se precie hay unas reglas mínimas que hay que respetar. Normas que se transmiten de generación en generación.

Reglas básicas

- Hay que sentarse con una postura recta, respecto del respaldo de la silla, sin una rigidez excesiva que no nos permita ni gesticular.

- Los codos no se ponen en la mesa; solo se permite apoyar los antebrazos.

- No se cruza el brazo por delante de un comensal para alcanzar la sal, una salsera o cualquier otro elemento. Se debe pedir que nos lo acerquen.

- No se habla con la boca llena.

- Hay que adaptarse al ritmo de la comida y no comer de forma acelerada o ansiosa.

- Pida siempre las cosas por favor. Recuerde dar las gracias cuando le acercan la salsera o le hacen cualquier otro tipo de favor.

- Las alabanzas a la comida, el vino o cualquier otro tema deben ser moderadas. Nada de exageraciones que comprometan a los anfitriones.

- La servilleta siempre en el regazo. Nunca en la mano o atada al cuello en plan babero.

- Si no desea que le sirvan más cantidad de un plato o bebida, no se pone la mano sobre el plato o la copa. Se indica de forma verbal que no desea más.

- Hablar con un tono moderado y evitar las voces. No se habla de extremo a extremo de la mesa, con otro invitado, levantando la voz.