Jamones, paletas, lomos, chorizos, salchichones, morcones... Cada día se crea un producto único, con lentitud, paciencia y sabiduría acumulada durante años. Y es que el cuidado del animal se inicia con la selección del cerdo dentro de su entorno natural. En dehesas y montaneras de fincas de Salamanca, Extremadura y Andalucía, se realiza un riguroso seguimiento de la alimentación natural y ejercicio físico que, al final del periodo de engorde del animal, produce esa textura tan característica de la carne del cerdo ibérico.
Sus modernas y amplias instalaciones les permiten aunar las nuevas tecnologías con una forma de entender el proceso, donde se prima la calidad, realizando las operaciones de curación en bodegas y secaderos, tal y como lo realizaban sus antepasados.
Esta importante empresa salmantina estará presente en San Sebastián Gastronomika. En su stand exhibirá la elaboración artesana de sus productos y explicará cómo, una vez salado y curado en bodega durante un periodo mínimo de 24 meses, se obtiene la pieza más noble del cerdo ibérico.