Luis Mari es ahora Xixario porque su padre lo fue. En esta entrevista cuenta los secretos de un buen besugo y cómo se disfruta más. De paso también cuenta cuál es su pescado favorito cuando sale por ahí a comer o cenar y lo recomienda en su restaurante.
Habla de los comienzos y el motivo por el que su padre abrió el restaurante. Pero su afirmación más importante es que los besugos que llegan ahora de Tarifa pueden mejorar a los que hubo un día en el Cantábrico y que ahora escasean. Dice que, una vez hechos, nadie es capaz de distinguir un besugo de otro.