Tras los excesos de las fiestas, mucha gente quiere cuidarse, y esto lo asocia directamente con el consumo de frutas y verduras, como alimentos de dieta. Además de proporcionar agua, pequeñas cantidades de glúcidos y ser una buena fuente de vitaminas, las frutas ayudan a fortalecer el sistema inmunitario. De hecho, a menudo hemos oído que la vitamina C ayuda a combatir mejor los catarros en invierno.
Las frutas y verduras aportan vitaminas pero éste no es su principal beneficio
Las frutas y verduras cuentan con diversos colores: blanco/amarillo (por ejemplo, el melón o el plátano), naranja (los cítricos), rojo (el tomate), verde (kiwi o calabacín) y morado (uva o berenjena). Estos tonos se deben a que en su composición las frutas y verduras cuentan con diversas sustancias químicas responsables del color, el sabor y la textura. Sin embargo, la nutricionista Ana Elbusto señala que el interés real de la fruta y verdura no es proporcionar vitaminas, que también, sino combatir la oxidación que padecemos a diario.
Las frutas y verduras, ideales como antioxidantes
Los seres humanos nos oxidamos por efecto del oxígeno y esto provoca que aparezcan diferentes componentes, los radicales libres que son los responsables del envejecimiento y la aparición de ciertas enfermedades (cardiovasculares, neurodegenerativas, etc.) Por ello, las frutas y las verduras resultan ideales como antioxidantes.