La comida basura es, además de cómoda y rápida, más barata. Aquellos que quieran 'llenarse el estómago' pueden hacerlo por menos dinero si optan por productos que generalmente no suelen ser saludables. Comer bien supone un esfuerzo tanto para nuestra propia voluntad como para nuestra cartera.
La nutricionista Arantxa Ezkurdia cree que esto se debe a que una alimentación equilibrada se compone de alimentos frescos cuyo precio siempre es más elevado que el de los perecederos o las comidas precocinadas.
Claves de una cocina sana
Una de las grandes quejas de los pacientes que acuden a ella para realizar una dieta es que "les sale mucho más caro comer de esta forma". Pero, según la nutricionista, no depende tanto del alimento en sí sino porque comer bien supone unos hábitos que están totalmente reñidos con un estilo rápido de vida.
Comer bien supone unos hábitos que están totalmente reñidos con un estilo rápido de vida
Entre otros, hacer la compra de manera habitual o cocinar nosotros mismos. "Tienen que cambiar la costumbre, tienen que empezar a cocinar que es lo que hemos ido perdiendo poco a poco. Y eso sí que es más costoso en dinero y sobre todo, en tiempo", afirma.
Nosotros hemos llenado un carro de la compra con los productos de un menú saludable y otro con los de un menú no saludable. ¿Quieres saber cuál es la diferencia de precio?